miércoles, 30 de diciembre de 2015

Me han dado calabazas

Estuve puntual, 5 minutos antes incluso. No quería dar una imagen excesivamente formal y fui de sport: camisa y chaqueta. Era una de esas citas a ciegas en la que ella sabía más de mi que yo de ella. Nos dimos la mano (a veces nos extralimitamos con los besos en los primeros encuentros), y nos sentamos a charlar.

¿Cuéntame algo de ti? empezó diciendo. La verdad es que me considero un hombre interesante pero nunca hay que darse demasiada importancia ni aburrir a tus oyentes hablando de ti, eso es de mal gusto. Intenté contar un par de cosas que pudieran interesarla pero sin parecer demasiado pedante. Yo la verdad es que estaba nervioso, y escondí las manos debajo de la mesa para disimular mi temblor. A ella se la veía tranquila y segura, acostumbrada a llevar las riendas de la conversación. No me daba la oportunidad de preguntarle mucho porque parecía estar interesadísima en todo lo mio. Quizás eso me alentó a explayarme, a poner multitud de ejemplos, a intercalar algún fracaso entre logro y logro para dar verosimilitud a mi relato. De pronto ella miró el reloj y se levantó, la acompañé a la puerta, me dio las gracias por el encuentro y prometió llamarme pronto.

Volví caminando a casa sin estar muy convencido de ser el tipo de persona que buscaba. Repasé mentalmente la conversación por si hubiera algo de lo que dije que pudiera disgustarla o malinterpretarse.

Dos semanas esperé su llamada. Finalmente optó por escribirme un correo:

"Estimado José María:

...siento comunicarte que finalmente no has sido el candidato seleccionado...Guardamos tu cv por si en el futuro surgiera una vacante..."

No. Desde luego no era su tipo.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

De lunes a viernes

- ¿Qué tal?

- Aquí de lunes.

4 días después...

- ¿Cómo estás?

- Aquí de viernes.


¿Y si en lugar de pasar la semana pensando en el fin de semana, intentáramos disfrutar cada día? El secreto está en vivir el presente, valorar lo ordinario y trabajar lo mejor posible. Así quizás la semana no se nos haría tan larga y el fin de semana tan corto.

¡Buena suerte!

Buen humor

Una de las cosas que más me gusta de España es su buen humor. Aquí la gente sabe pasárselo bien, reírse. No tomarse las cosas demasiado en serio. Creo que esto es señal de salud mental, y hace la vida más agradable.

Es sorprendente la rapidez con que aparecen los chistes y las bromas en las redes sociales, sobre situaciones y noticias de actualidad. Ya digo que en ingenio no nos gana nadie.

El buen humor ha de ser inteligente, amable y oportuno. Desgraciadamente es muy fácil caer en lo chabacano y vulgar, eso no requiere demasiada chispa. También es importante no ofender ni insultar, eso no es gracioso ni elegante.

Así pues sigamos riendo con ganas (hay estudios que dicen que reírse durante 1 minuto equivale a media hora de gimnasia) pero con los demás y no de los demás.

martes, 22 de diciembre de 2015

¿Y ahora qué?

Bueno pues ya ha votado todo el que quería, ha votado lo que le daba la gana, y ahí están los resultados. En primer lugar felicitar a todos los participantes, ya se sabe que lo importante es participar. Estupendo, ¿y ahora qué hacemos?

Si te paras a pensarlo, gobernar un país es algo así como dirigir una empresa. Y eso no es tarea fácil. Hay que tomar decisiones, velar por los intereses de la empresa, cuidar a los trabajadores, en fin un montón de cosas. ¿Habrá alguien capaz de liderar esta empresa que es nuestro país?

El hecho de que no llueva, no es culpa del gobierno. El que la bolsa se resienta, suba la prima de riesgo, el resto de países miren preocupados a España, podría ser culpa de la falta de gobierno.

Quizás necesitemos un líder. Alguien al que admirar y al que se pueda imitar. Una persona honrada, trabajadora y responsable que busque lo mejor para España. Porque no nos engañemos, salvo un presidente fuerte sin complejos y que además de potestad tenga autoridad, el Congreso no se diferenciará mucho de uno de esos programas de televisión con tertuliantes teóricos más o menos exaltados.

Hay temas opinables como ser de un equipo de fútbol o de otro, pero cuando juega la selección española ahí deberíamos estar todos a una. Y apoyar las decisiones del míster mal que nos pese, porque es el que gobierna y toma las decisiones, y fíense ustedes si les digo que busca lo que todos los españoles: ganar el partido.

lunes, 21 de diciembre de 2015

No te pases con la niebla

El sábado vi una película/documental que se titula "The search for freedom", algo así como la búsqueda de la libertad. En términos generales me gustó. Quizás se alargaban un poco más de la cuenta y no parecía que fuera a terminar nunca. La idea más o menos es la historia de una serie de deportes como una manera de ver la vida. Salían profesionales conocidos del surf, skate, motos, etc. contando cómo han encontrado la libertad en la práctica de esos deportes tan cerca de la naturaleza. Todo eso está muy bien. Al principio no sabía si lo que me molestaba de todo ello era que yo soy un poco cagueta y que todos esos deportes me dan miedo, y nunca he siso bueno en ninguno, y entonces llevo una vida gris y monótona y tan lejos de encontrar la autentica libertad. Controlados esos primeros sentimientos, valorando lo positivo de todo su mensaje, y procurando ser objetivo me dije: "qué coño, yo soy más libre que ellos."

Como pensamiento está muy bien eso de coger tu vida mandarlo todo a paseo e irte a vivir a la playa sin ninguna otra atadura que el viento; pero ¿dónde quedan los demás? ¿tú mujer, hijos, amigos, familiares? Haciendo eso ¿vivo sólo para mi mismo?

Yo he decidido usar mi libertad para ayudar a los demás (no se crean, soy tan normal como cualquiera de ustedes). Mi vida gris es una vida normal rodeada por cientos de personas con las que coincido en el trabajo, barrio, familia y amigos, y por tanto lejos de ser gris es multicolor: no sólo está mi color sino el de tantas otras personas.

Así pues no lo duden: hagan escapadas a la naturaleza, practiquen todos los deportes del mundo, eviten el riesgo innecesario y que todo eso les ayude a no vivir individualmente sino socialmente.



sábado, 19 de diciembre de 2015

Desde mi ventana

La ventana de mi habitación da a Cea Bermúdez, pasada un poco la plaza de los tubos (alguien me contaba que en su día sonaban cuando les daba el viento, pero que después se modificaron para que los vecinos pudieran pegar ojo en las noches de invierno). Muchas veces me gusta observar a la gente que pasa (no me malinterpreten, no soy ningún psicópata). Con este ejercicio, he ido conociendo a distintos personajes de mi barrio; es algo así como un Belén viviente (ahora que estamos en Navidad me parece que el símil viene al caso). Me sonrío cuando veo aparecer en escena a la "mujer pantera", una señora menuda que va atada a un caniche gigante un poco díscolo al que no hay manera de convencer para que siga caminando si se ha tumbado en señal de protesta por no haber seguido el camino que él prefería. A primera hora, del portal de enfrente suele salir un niño enfundado en un chubasquero amarillo tipo Capitán Pescanova y que parece tener un potosí de energía y alegría pues se pone a hacer piruetas y saltitos mientras sigue a su madre camino del colegio. Al que no veo, pero sí oigo es al búlgaro que toca el acordeón en la esquina del Bankia; así entre nosotros, no toca nada bien, pero le pone tal entusiasmo y está dispuesto a interrumpir la melodía cada dos por tres para dar los buenos días a la gente que pasa que lo de menos es la música.
Si se toman la molestia de mirar y no sólo ver mientras caminan por la calle, disfrutarán mucho más de sus paseos.

Mi blog

Empecé con el blog en noviembre. El formato es lo más sencillo que hay: le doy a nuevo post, escribo y listo. 
Me han dicho que me lo curre un poco más con fotos y un diseño atractivo. Que no se puede dejar comentarios porque da error. Que le ponga un contador de visitas. Que hay artículos o títulos que no se entienden. 
¿Sabéis qué? Que todo eso da igual. Que escribo porque me gusta y este formato es muy sencillo. Que la ventaja de no saber cuánta gente lo lee (además de mi madre y tías), me permite escribir de lo que me da la gana y cómo me da la gana. Que si no entiendes algo no importa. 
Un amigo me escribió un mensaje que me animó mucho: "Me ha gustado, es fresco y rápido como el primer trago de cerveza. Sigue." Él lo ha entendido...

Tertulias de peluquería

Mi padre y yo fuimos ayer por la tarde a cortarnos el pelo. A él no le vale cualquier peluquería. Después de varias visitas, ha reafirmado su preferencia por una en la calle Diego de León. Es de esas de toda la vida. De sólo caballeros. Alguno pensará que habría que abolir este tipo de establecimientos que segregan por género, pero en este campo hay que especializarse: ni a una señora le convencerá lo clásico de nuestro peluquero, ni a nosotros nos inspirará confianza lo moderno de su peluquera. Así que en este caso todos contentos. 
Les decía que en esta peluquería con 6 sillas de barbero en total, olor a Álvarez Gómez y revistas de caza a disposición de los clientes, se formó ayer una agradable tertulia. Habría que intentar recuperar los encuentros sociales con sede en las peluquerías.
Antes de que me tocara mi turno, había un niño con uniforme de colegio que muy dócil al peluquero giraba la cabeza donde se le indicase. Eso sí, pidió que se dieran prisa en cortarle porque debía ir a casa a poner el árbol de Navidad, se le echaba el tiempo encima y él la tarde del viernes la había reservado para ese menester (debía haber alguna clase de pacto entre él y su padre que estaba allí para que el chaval accediese a prescindir de su melena). 
Cuando me estaban cortando el pelo a mi, llegó Juanfor al que hacía tiempo que no veía. Me confesó que llevaba frecuentando ese establecimiento dieciocho años. Hay quien es fiel a una peluquería como si de su equipo de fútbol se tratase. Quizás esa antigüedad fue lo que le permitió sentarse en la silla que había a mi derecha mientras a mi me cortaban (el resto de clientes que hacían cola tenían que conformarse con esperar en el sofá de cuero con más gente que plazas). Me habló de su reciente viaje a México y de su familia sin ningún pudor por ser escuchado por el resto del local. De hecho Miguel que acababa de entrar y al que conocíamos ambos, también intervenía en la conversación desde el lado opuesto de la sala. Yo de vez en cuando le pedía su parecer al peluquero para que se sintiese parte de la tertulia, y es que Juanfor no daba mucha ocasión a que los demás tomasen la palabra.
Al terminar pagamos, deseamos una feliz Navidad a los que conocíamos y a los que no, y nos fuimos tan contentos después de un rato tan apacible en el que será mi nuevo club social.

Placeres de niño

Todo fue por el jabón de manos. Ayer usé el jabón del lavabo de la casa de un amigo (¡es agotador tener que explicarlo todo!). Pues bien, el olor me recordó a la casa de mis abuelos, y con ella a los veranos pasados de niño ahí. ¿Cómo se puede disfrutar tanto con lo sencillo? 
Tomar coca-cola los domingos en el aperitivo (el resto de días no había ni aperitivo ni coca-cola).
Dar una paseo por las noches con los perros y convencer a tu tía para que te compre un "helado de palo" en aquella cafetería al aire libre.
Que esa misma tía -siempre cariñosa- te lea un capitulo de un libro antes de dormir a ti y a tus dos hermanos con los que duermes en la misma habitación.
Que en todas las comidas en el porche hubiera gazpacho de primer plato.
Esperar a que vinieran los primos por la tarde para jugar a polis y cacos, o a Drácula, o liebre (el juego era el pillapilla con pequeñas variantes).
Que el agua de la piscina estuviera siempre tan condenadamente fría, y que nos diera miedo bañarnos por la noche porque habíamos visto la película Tiburón.
Recoger piñones del jardín y usar una piedra para partirlos y así mitigar el hambre de media tarde.
Bañar a los perros con una manguera y jabón y que acabases bañándote tú con la manguera, el jabón y los perros.
...
Amigo gracias por ese jabón de manos de glicerina que me trajo tan buenos recuerdos.

Tenemos lo que consumimos

¿No te gusta una campaña de publicidad de una empresa? No les compres. Pero es que... Claro, es que renunciar a algo que nos gusta no es fácil. Solución: o haces lo que está en tu mano, o no te quejes.
Es llamativo que el periódico más leído en España sea el Marca. Que el fútbol mueva tales cantidades de dinero. Pero si el Marca es el periódico más leído en España, y el fútbol mueve esas cantidades de dinero, es por el enorme número de gente que lo consumimos.
¡Cambio climático, cambio climático! Ah ¿que lo que le ocurre a mi coche es un problema en el software de las emisiones? Ah bueno, pensaba que era más grave.
¡Igualdad! ¡No a la violencia de género! ¡La dignidad de la mujer! ¿Legalizar la prostitución? ¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!...y lo que más se consume en Internet es pornografía, y los videojuegos más espectaculares suelen ser también los más violentos.
Intentemos cada uno en nuestro sitio, ser un poco más coherente.

¿Qué te cuesta sonreír?

Me gustó mucha una frase que oí el otro día: "dejemos el pesimismo para tiempos mejores". Y es verdad ¿a quién no le gusta que le den los buenos días cuando entra en un bar? ¿que al ceder el paso conduciendo le den las gracias? ¿que el peluquero no te hable de la crisis? ¿que aunque sea de vez en cuando en el telediario le dediquen un espacio a las noticias positivas como la espectacular recogida de comida de estos días organizada por el banco de alimentos? ¿que al cruzar la mirada con alguien en la calle te sonría? ¿que después de cometer una falta en el fútbol te pidan perdón?
Y es que las cosas no van mejor o peor, si no que nosotros sonreímos más o menos...

Cuento de Navidad

Y es que a veces la vida sale al encuentro, como en la novela de Martín Vigil. 
"Yo te absuelvo de tus pecados en el Nombre del Padre y del Hijo..." Estas palabras no eran el final sino el comienzo. Aquel sacerdote poco agraciado de una parroquia de Madrid, acababa de ser testigo de un milagro: Pedro quería volver a nacer.
Llevaba cuatro años en Madrid. Llegó con 18 desde Bilbao. Su padre quería que estudiase Economía en Deusto. A él le importaba un carajo la Economía, Deusto y su padre. Él quería estudiar Bellas Artes. En la escuela conoció a Isabel -dos años mayor que él- y después de un tiempo saliendo se fueron a vivir juntos.
Tras un par de años de arte, de Isabel, de Madrid; empezaba a estar harto. Asqueado. Isabel le gustaba, pero no como él a ella. En cuanto al arte, no tenía ninguna sensibilidad para él. Todo formaba parte de ese deseo de hacer daño a su padre, de llevarle la contraria. Ese señor al que nunca había perdonado por irse de casa, por dejar a su madre. Con todo, y después de cuatro años, ni él había sido feliz ni había ayudado a mejorar las cosas con sus padres.
No se como termina la historia. Cuando vi a Pedro hace unos días, lo único que me dijo fue que se volvía a Bilbao. Que quería pasar allí las Navidades. Que a Isabel le había sentado fatal que decidiera terminar con su relación. Que en la escuela no había conseguido que le diesen por lo menos el título de la diplomatura. Que todo ocurrió después de recibir una carta de su abuela. Que se sentía feliz.
Y es que el dolor es la piedra de toque del amor...

Pensando en España

Había pensado, si a ti te parece bien, que cuando nos casemos, en lugar de ir a Tailandia, a las islas Fiji, a Madagascar o a Kenya, en vez de ir a hoteles descomunales con todo tipo de comodidades, en lugar de probar comidas exóticas, saltar desde un paracaídas, o hacer un safari con leones, podríamos ir a Santiago. No, el de Chile no, el de aquí de España.
A ver te cuento: mi idea sería alquilar un coche. Sí, ya lo tengo visto: un Porsche Carrera 4S. Sí descapotable, pero tú por eso no te preocupes. Como te decía, nos iríamos tú y yo al día siguiente de la boda en coche, con buena música, y por fin solos. No. Nada de móviles.
El caso, que hacemos una parada en Landa. Ahí nos comemos unos huevos con patatas panadera y morcilla. Y de postre canutillos con crema. Dependiendo de a qué hora salgamos de Madrid, nos quedamos a dormir allí o seguimos. Piensa que no tenemos prisa, se trata de disfrutar. Sí será caro, pero chica en lugar de gastar dólares y más dólares en sitios horteras, nosotros vamos a sitios bien de aquí de España. 
Así pues proseguimos nuestro viaje de novios rumbo a Santander. Allí tienen una casa mis padres. Mi tía que vive en el piso de al lado, como es muy discreta apenas pasará. Seguramente nos habrá dejado la casa lista, con la calefacción puesta. No. Si es verano no la ponemos, tranquila. Habrá comprado flores, y todo tipo de cosas ricas llenarán despensa y nevera. Nosotros haremos bocadillos, e iremos a pasar el día en la playa. Por la noche pasearemos por el muelle y compraremos un helado. No, uno para cada uno, pero por favor no me interrumpas.
Desde allí podemos ir un día a San Sebastián, o a Bilbao, o donde quieras. Eso ya lo concretaremos más adelante. Lo que sí quiero es ir a Santiago y dormir en el Parador de los Reyes; comer pulpo, oler la lluvia, abrazar al Apóstol. Otro día podemos ir a Finisterre, y subir al faro.
Total. Que si el plan te apetece, pues ya sólo hace falta que seamos novios, y que después organicemos la boda y nos casemos. Ay sí perdona, soy José María. Sí sí, el tuyo ya lo sabía. Creo que coincidimos en Procesal I el año pasado. Vale gracias, sí ya nos veremos. Seguro.

Próximamente

Próximamente dejaré de fumar. ¿Por el dinero? Sí. ¿Por mi salud? También. Pero sobre todo por ti.
Porque ya no te hago gracia, porque ya no te parezco interesante, porque ya no quieres que te llame para que bajes de casa a fumarte un pitillo por la noche conmigo. Porque te aburro. Porque te has sacado el carnet de conducir y no me necesitas. Porque has conocido gente nueva. Porque te parezco cursi, y empalagoso y hortera. Porque soy celoso y te quiero siempre conmigo. Porque no hago deporte. Porque no hablo idiomas. Porque me dan miedo los parques de atracciones.
-Ya no siento nada, dices. 
-Yo siento frío o hambre o dolor de cabeza. Pero a ti te quiero con la cabeza, con el corazón y con la voluntad.

Querido Abel Azcona

Querido Abel:
Hasta ahora no te conocía. Esta mañana he buscado tu nombre en Internet. Resulta que eres artista. Me he fijado en que tenemos la misma edad. En una entrevista reciente leo que has tenido una infancia difícil. Desde luego ese origen no lo tenemos en común. Tú has sufrido mucho, no lo niego ¿Sabes en lo que sí nos parecemos? En que los dos queremos mejorar la sociedad. 
Respecto a tu último performance, quiero que sepas que estoy de acuerdo contigo: hay que acabar con la pederastia, tú has sido víctima y eso te ha marcado. En lo que no coincido contigo es en el modo de denunciar ese problema. Lejos de mover las conciencias, las violentas. Sí, las violentas. Las insultas. En definitiva, las hieres.
Usa esa sensibilidad artística para curar heridas, no para producirlas ¿Por qué provocar mediante el insulto? Tu "libertad de expresión" atropella mi "libertad religiosa". No se puede matar en nombre de Dios, y tampoco se puede matar a los que creen en Él. Afortunadamente en España nadie está asesinando en nombre de Dios. No uses tú un arte violento contra los que creemos en Él. 
Cuando era pequeño, en el colegio teníamos una regla para las peleas: Insúltame a mí pero no a mi madre. Y es que cuando alguno enfadado hacía alusión a la madre de otro, la respuesta de un puñetazo en la cara estaba justificada.
Quizás de niños no razonábamos tanto, pero ahora sí Abel. Ahora ni tú te metes con mi madre, ni yo te respondo con un puñetazo. Utilizamos las leyes y la justicia para combatir la injusticia. Y tú como artista busca cumplir aquello de que la belleza salvará el mundo. La belleza, no la violencia, no la caricatura, no la burla, no el insulto.
Abel confío en que ahora puedas ser feliz. Que tu pasado se convierta en ejemplo de superación para otros, y no en arma arrojadiza contra personas inocentes. Personas que pueden no opinar como tú, y que no por ello te agraden o te insultan.
Un abrazo sincero,
José María Zaldívar
P.D.:  Me alegro que seas Abel y no Caín, porque aunque sufrió la violencia, no la produjo.

Un buen taco a tiempo

No me gusta el lenguaje vulgar o soez. Es más fácil, más cómodo. Hay palabras importantes que se usan como insulto ¡anda que no había palabras en el diccionario para elegir! Si cuando te enfadas dices muchos tacos, tus argumentos pierden fuerza. Por el contrario si sabes limitar las palabrotas al momento justo, ¡qué bien queda!
¿Me ayudáis a cambiar España? ¿No? ¿Pues sabéis que os digo? Qué a tomar por culo la bicicleta.

Hay que mojarse

Sospecho que este blog me costará más de un puesto de trabajo. Es probable que a mucha gente no le guste lo que digo o cómo lo digo. Mi abuela decía que "no somos moneda de cinco duros que a todos gusta". Si no me aceptan por lo que pienso, les agradezco que me eviten la deshonra de conocernos.

Lea aunque sea el prospecto

Son muchas las ventajas de leer. 
Son pocos las que las disfrutan.
Es mucho lo que se publica.
Es poco lo que lo merece.
No obstante haga el favor de leer. Todo lo que pueda. Todo lo que vale.
La lectura nos hace más humanos. Nos hace mejores. 

Hijos de nuestra época

No he vivido la guerra civil, ni la dictadura de Franco. Empiezo a ser consciente cuando Aznar es presidente. Nací en Argentina por el trabajo de mi padre, pero me considero de Madrid. No entiendo el problema del independentismo. No me identifico con derechas e izquierdas, por lo menos tal cómo lo entienden muchos. No se si antes se vivía mejor o peor.
La suerte que tenemos los jóvenes es la de no vivir condicionados por el pasado. Aprendamos de él. No nos avergüence nuestra historia común. No repitamos los mismos errores. La solidaridad nos une. La preocupación por los demás nos acerca. Los ideales altos nos mueven. Mejoremos España a través del trabajo y no la violencia. Aportemos nuestros puntos de vista, y no vivamos separados por la lengua, el origen y el credo.
El fútbol une, pero la juventud construye. Somos los protagonistas de nuestro tiempo.

No soy ciudadano americano

Aún cuando no consiga saltarme colas.
Aún cuando no vengan a rescatarme los marines.
Aún cuando no lo ganemos todo en las olimpiadas.
Aún cuando no seamos los más ricos.
Aún cuando todos se avergüencen.
No soy ciudadano americano.
Soy español con lo bueno y con lo malo. 

Votar con el corazón

¡Cuántos votos irán a Rajoy por miedo a empeorar!
¡Cuántos votos irán a Pedro Sánchez porque es guapo!
¡Cuántos votos irán a Albert Rivera porque es joven!
¡Cuántos votos irán a Pablo Iglesias por estar hartos!
Españoles voten con el corazón pero aconsejados por la cabeza.

Se nos llena la boca

Se nos llena la boca con "Tengo derecho...", "No con mi dinero...", "Esto lo pagamos todos...", "Son unos corruptos..."
No queremos oír hablar de deberes y obligaciones. Nos creemos con derecho a todo. Soy libre. Estamos en España. ¿Usted quién se ha creído que es?
Me encanta aquella frase: "No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate qué puedes hacer tú por tu país"
Nos falta magnanimidad, espíritu grande. Lo tuvimos. Sólo hay que recuperarlo.

Perfiles fantasmas

Perfil que busca la empresa:
Se busca manager joven super director executive con 25 años de experiencia, que  hable arameo y conozca el sector éste y todos lo demás. Salario competitivo: 500 euros al mes.
Respuesta del headhunter:
 No he encontrado nadie que se ajuste a ese perfil, pero recomiendo a Juan Pérez que es un hombre trabajador, no tiene 25 años de experiencia pero es humilde, no sabe arameo pero con el inglés le basta porque es amable, no conoce todos los sectores pero está dispuesto a aprender. En cuanto al salario, si pudieran ser a la semana, su madre, su mujer y sus cuatro hijos lo agradecerían. 

Conversaciones con mamá

- Me he equivocado.
- No importa.
- Tenías razón.
- Soy tu madre.
- Y ahora ¿qué voy hacer?
- Darme un beso.
- Y eso ¿qué arregla?
- Nada y todo.

Todo vale

Todo vale a los políticos con tal de ganar las elecciones.
Todo vale a la RAE con tal de estar a la última.
Todo vale a los jóvenes con tal de que haya amor.
Todo vale a la economía con tal de que se consuma.
Todo vale a la mayoría con tal de que no se les moleste.
Todo vale su precio, y antes o después se acaba pagando.

Benedicto XV y ocho apellidos catalanes

El otro día volvía de la presentación del libro de mi tío sobre Benedicto XV. Sentado en el 2 atravesaba la Gran Vía, y me fijé que en los cines de Callao se arremolinaba la gente para ver a los actores de "Ocho apellidos catalanes" . Debían estar promocionando la película entre los periodistas y críticos de cine en el pres-treno de la cinta. Pensé en lo distinto de ambos eventos. 
No es que mi familia se dedique profesionalmente al mundo literario. Por eso tratándose de un acontecimiento de primer nivel en el seno del clan, acudimos cuantos pudimos a esa cita. Desde luego para mi era del todo desconocida la figura de ese Pontífice. No así para los ilustres copresentadores del libro que se sentaban junto a mi tío. En aquel salón de una antigua peña de la capital, personas cultas conocedoras de la historia -políticos, catedráticos, diplomáticos- disfrutaban del encuentro y de la belleza del pasado y sus personajes, de las personas cultivadas y con juicio crítico, de los valores que forjaron a los héroes, del mundo y sus placeres reservados a los artistas y poetas.
Debo decir que me gustó mucho la película anterior de "Ocho apellidos vascos". Sin embargo, no son esos los modelos de hombres y mujeres que quiero para los jóvenes españoles. Tampoco el de los futbolistas y sus peinados, ni el de la farándula y sus infidelidades. Los jóvenes necesitamos héroes de carne y hueso que inspiren ideales altos y que sean capaces de mover a una autentica regeneración de los valores de nuestra sociedad española y europea.
Hay eventos para todos los gustos, sólo que unos influyen en el transcurso de la historia y otros no.

Corrupción a pequeña escala

Los telediarios están repletos de escándalos de corrupción de empresarios y políticos. Muchas veces se ven imágenes de los imputados-cómo se nos llena la boca con esta palabra- entrando en los juzgados y una muchedumbre iracunda abucheándoles. Lo que me pregunto es cuánta de esa gente no se ha "colado" alguna vez en el metro o en el autobús, cuántos no han pagado nunca en negro algún servicio, cuántos no se han movido por amiguismos en el terreno profesional o social, cuántos se han limitado a usar las herramientas de la empresa: un coche, el teléfono, la fotocopiadora, para fines estrictamente profesionales ¿Podría ser que fuera cierto aquello de que quien es fiel en lo poco es fiel en lo mucho?

Lo que más me gusta de la mayonesa es la langosta

Hace poco un compañero del Máster me comentaba lo absurdo de tener que ir a clase con corbata. Comparaba esta prenda con el uso de una correa alrededor del cuello. Le conté entonces lo ocurrido recientemente en el prestigioso Eton College. Los directivos del Centro habían ofrecido a los alumnos la posibilidad de prescindir del uniforme. La respuesta no se hizo esperar, y los colegiales en bloque se opusieron. Para ellos, constituía un motivo de orgullo usarlo y, lejos de uniformarlos les distinguía. Creo que mi compañero me entendió.

Lo que nos une

Cada vez que juega España me emociono. Ya sea al fútbol, al baloncesto, balonmano, motos, tenis, etc., si participa un español me siento orgulloso. Pienso que esto le pasa a más gente, cómo cuando ganamos el mundial o la eurocopa y todos eramos amigos, salías a la calle y saludabas y te saludaban, todos eramos España. El deporte tiene ese algo de maravilloso que nos acerca a todos y disminuye nuestras diferencias.
Pero tiene que haber algo más, algo que sea más profundo, una identidad común que haga que España sea lo que es, y nosotros sus habitantes. Dentro de la diversidad de este nuestro país, existe un común denominador: ser español. Ese común denominador es el que hay que redescubrir si no queremos que España desaparezca. Y no dejará de existir de un día para otro, si no que será absorbida por otra cultura más fuerte...

Pensar antes de hablar

Me contaban que en una ocasión le preguntaron al cardenal Ratzinger, futuro Benedicto XVI, por su opinión sobre una determinada cuestión. Después de unos momentos de silencio, el cardenal contestó: "tendría que pensarlo, nunca he reflexionado sobre ese asunto".
Esta pequeña anécdota me sirve para comparar la reacción de un sabio ante un tema que desconoce, y la de tanto otros (yo incluido) que da igual qué nos pregunten contestamos con total seguridad tanto si sabemos algo al respecto como si no.
Unos escriben sus biografías con menos de 30 años, otros opinan que hasta los 50 uno no debería opinar sobre temas importantes porque no tiene auctoritas suficiente (tal como entendían los romanos este concepto).

La familia y la economía

Tengo la teoría de que una de las razones por las que en España no se ha dado una revuelta social, habiendo millones de parados, ha sido por la familia. A diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí sigue pesando la familia en sentido amplio: abuelos, primos, sobrinos, además de padres y hermanos. El apoyo que se ha dado a los parados durante estos años, tanto económico como moral, por parte de sus familiares ha permitido que estos salgan adelante.
Pensando en el futuro, en el interés que tiene la gente por su pensión y Seguridad Social, veo la necesidad de fomentar la natalidad en España, de proteger la institución matrimonial. ¿Quién va a sostener el sistema dentro de 30 años? ¿Cuánta gente va a estar trabajando para generar recursos al Estado?
Ahora mismo, muchos extranjeros cuidan de nuestros abuelos y de nuestros hijos. ¿Dejará de haber españoles dentro de 100 años?  

Conocer España

Me gustaría viajar por España. Pasarme un año entero recorriendo la geografía nacional. En coche. Un buen coche a poder ser, para disfrutar de los trayectos. ¡Visitarlo todo! Las ciudades y los pueblos. Conocer la gastronomía. Escuchar a la gente de cada sitio.
Yo al igual que otros jóvenes de ahora, he viajado a otros países, otros continentes, pero cuanto me queda por conocer de España...Como parte del programa de "Pensando España" animo a que la gente recorra España. Que en las vacaciones y puentes y fines de semana, aprovechen y se acerquen a alguna ciudad o pueblo y la "pateen". A pie es como se empapa uno de los sitios.
Por supuesto que ayuda conocer mundo y otras culturas, pero primero conocer mi cultura, mi país, mi historia. Para poder compartirla, para no perderla y para disfrutarla...

La importancia del jefe

Me decía el otro día un amigo al que le contaba que estoy buscando trabajo: "Mira lo importante no es el trabajo sino dar con un buen jefe." Hasta cierto punto esta afirmación es exagerada, pero quién no oye todos los días a los de su alrededor quejándose de sus jefes. Da igual en que trabajen, el jefe siempre es el responsable de sus lamentos. 
Está claro que lo mejor es que lo hagas te guste, pero si además tienes un buen jefe, eso ya es perfecto.

Trabajar para los demás

Hace un tiempo me ocurrió una cosa que se me quedó grabada. Estaba yo en el aeropuerto acompañando a un amigo que se iba de viaje. Pasamos por el Mc Donalds que hay en la terminal para tomar un café y despedirnos. En el momento de pedir el café, la chica que me atendía me dijo que si quería un donut. Le contesté que no. Me explicó que era más barato pedir un café con un donut que un café solo (parece extraño pero así era, debía ser por alguna promoción). Entonces le dije que sí, que me pusiera un donut y un café.
La historia no dio para más, pero me hizo pensar. Aquella persona no se limitó a darme lo que había pedido. Se interesó por mi, porque me llevase algo mejor y más barato. Esto para mi es un ejemplo de trabajo con espíritu de servicio.

Pensando España

23:49 pm. Intentaba dormIr pero mi cerebro sigue en marcha. Le doy vueltas a ideas y proyectos... y a una entrevista: la que me han hecho esta mañana en la calle.
Tres chicas jóvenes estaban grabando entrevistas a gente que pasaba por la calle en frente de una sucursal del banco Santander en la Calle Cea Bermúdez. Al parecer la gente se mostraba reacia a dedicarles un momento para contestar a sus preguntas. En general los micrófonos y las cámaras de televisión nos intimidan.
Yo he accedido a ser entrevistado. La chica que sostiene el micrófono me tranquiliza diciendo que se trata de una pregunta sencilla. Parecen estudiantes de periodismo. Me pregunta mi opinión sobre la situación económica de España y las declaraciones que ha hecho el gobierno y la discrepancia de Bruselas. Hablo durante dos minutos sin decir nada concreto, sólo sobre lo que se por los medios de comunicación. Al terminar me arrepiento. Esto es lo que quería haberles dicho:
Los datos económicos en su conjunto parecen positivos. Si España cumple o no con el déficit lo sabremos el año que viene. Ahora bien, ¿qué me dicen a mí esos datos? Pues me infunden confianza por el crecimiento del país, pero mire usted hay que bajar al terreno:
Si usted le pregunta a alguna persona mayor que pasa por esta calle, probablemente le dirá que lo que le preocupa es su pensión, y su seguridad social, y sí podrá permitirse una residencia dentro de unos años.
Si dirige su pregunta a alguno de los mendigos que se sientan frente a alguno de estos comercios, quizás le digan que buscan trabajo, y una vivienda, y ...
Si le pregunta al director de la sucursal de este banco, puede que le responda que espera tener más clientes, que ahora que hay más dinero que la gente se anime.
Y si me pregunta a mi, le diré que acabo de terminar un máster. Que tengo 27 años. Que estoy buscando trabajo, pero no unas prácticas. Que ya no quiero ser mileurista, que quiero mantener una familia.
Vamos, que los datos de conjunto pueden ser positivos pero hay que bajar a las personas. A sus preocupaciones y necesidades.