domingo, 28 de febrero de 2016

Peligros de muerte

¿Alguna vez has estado en peligro de muerte? Es una pregunta que le gusta hacer a un amigo en sus primeras citas. Dice que con eso consigue romper muchas barreras con la chica con la que queda a cenar. Sea cierto o no, mi amigo lleva años soltero.
Esto viene a cuento de la noticia sobre la retirada de las chocolatinas Mars en varios países. Al parecer un tipo encontró un trozo de plástico en una de ellas.
En mi opinión el peligro con estas chocolatinas no está en el posible trozo de plástico, sino en meterte una entera en la boca. Es lo que me ocurrió a mi cuando tenía 7 años, y a punto estuve de no celebrar los ocho.
Lo que pasó fue que había sonado la campana anunciado el final del recreo y eso suponía que había que dejar de hacer lo que uno estuviera haciendo y llegar rápidamente a clase. A mi el aviso me sorprendió con mi chocolatina Milky Way sin tocar y con un grave dilema ético. Quería comerme aquel dulce, pero no quería que me castigaran por llegar tarde a clase. Lo solucioné metiéndomela entera en la boca y corriendo al aula; una combinación que resultó peligrosísima.
Les ahorraré los detalles macabros. Al final me salvó un profesor, que alertado por otro alumno, me propinó una buena tunda de golpes en la espalda hasta que conseguí expulsar todo el cacao de mi tráquea.
Solo espero que este escalofriante testimonio disuada a todos aquellos que se vean en un dilema similar, a no correr hacia clase hasta no haber digerido correctamente la chocolatina. Y en su caso a soportar el castigo por llegar tarde, estoicamente.

viernes, 26 de febrero de 2016

La razón de la corbata

Me avergüenza ver muchos diputados inadecuadamente vestidos en el Congreso. Digo inadecuadamente porque no puedo decir que vayan sin ropa (eso ya sería lo último). Digo inadecuadamente porque un diputado es un representante público.

La moda es fruto de la cultura y de las convenciones. El día que acordemos que el modo de ir dignamente/adecuadamente a un evento importante sea ir forrados de papel de plata, entonces iremos a las ocasiones importantes forrados de arriba abajo de papel de plata.

Entre tanto, hemos pactado que la chaqueta y corbata son el modo de ir dignamente/adecuadamente a los eventos importantes. De ahí que vayamos al trabajo, a una boda, a una gala, a una recepción con el Rey vestidos con chaqueta y corbata.

Cuando se suma el hecho de que somos un cargo público y representamos a los españoles, por respeto a éstos, porque nos importan, y los tenemos en alta estima, vestimos de chaqueta y corbata.
No equivoquemos la cercanía con la falta de estima hacia aquellos que representamos, y es que hay alguno diputados que solo representan, a los españoles en fin de semana.

martes, 23 de febrero de 2016

Propinas

Mientras el país se tambalea por la falta de gobierno, a mí no se me ocurre otra cosa que escribir sobre temas peregrinos.

Esta vez se trata de una lección que me dio mi padre hace unos meses. Cogimos un taxi los dos y al llegar a nuestro destino me encargué yo de pagar. Al bajar me preguntó mi padre si le había dejado algo de propina al taxista. La verdad es que no se me había ocurrido.

Le expliqué que los jóvenes no solíamos dejar propina ni en los taxis, ni en los restaurantes, ni en las peluquerías (sitios en los que siempre he visto a mi padre dar una propina). Que se paga la cuenta y ya está. Vamos que no hace ninguna falta.

"No se da propina por justicia sino por caridad. No es una limosna, es una muestra de agradecimiento por el trabajo bien hecho. Si te limitas al criterio de derechos y obligaciones, nunca serás un caballero.", fue su respuesta.

Quizás por eso mi padre es quien es.

lunes, 22 de febrero de 2016

Déjame odiarte esta noche

Querida amiga:

Hoy ha sido un día de mierda. No se muy bien el motivo. Quizás no nos entendimos esta mañana, y el resto del día no ha terminado de salir bien.

Puede que ni tú te hayas dado cuenta. He procurado que no se notara en mi cara, aunque por dentro andaba ofuscado y rabioso.

Mañana será otro día y tú seguirás siendo mi vida, pero déjame odiarte esta noche.

domingo, 21 de febrero de 2016

Una boda sencilla

No nos engañemos, las bodas sencillas no existen. Lejanos quedan ya los días en los que el ardiente joven raptaba a caballo a su suspirante amada y les casaba un bondadoso fraile en una recogida ermita.

Me confesaba hace poco un amigo lo mucho que le gustaría celebrar su boda con una barbacoa con sus amigos. Creo que no lo decía en serio (más le vale por su novia), simplemente estaba agotado de los interminables preparativos para el gran día. Y es que probablemente disfrutan más los invitados de la celebración que los propios novios.

Yo suelo guardar las invitaciones a las bodas de mis amigos. Intento apreciar el color del sobre y la caligrafía. Recojo unos cuantos folios con la música de la misa pues me apena que se queden abandonados en los bancos. Pongo interés en los centros florales (éstos me da más vergüenza quedármelos). Disfruto lo que puedo con el menú e intento amortizar la barra libre, pero creo que mi esfuerzo es solo una gota de agua en el océano de la inversión que han tenido que hacer los contrayentes.

Mi querido amigo: haremos una barbacoa pero no el día de tu boda. Afortunadamente la sociedad no ha evolucionado tanto como para llegar a esos extremos. Brindaré por vuestra felicidad, y puedes estar seguro que todos agradeceremos vuestro océano y nos esforzaremos por ser gotas de agua ese gran día.

sábado, 20 de febrero de 2016

Ande con cuidado

Si vive en Madrid y se ve obligado a salir a la calle, tenga cuidado. Si no tiene experiencia en recorrer un campo minado, piénseselo dos veces antes de salir de casa.

Yo he renunciado a mirar el movil durante mis desplazamientos a pie por la ciudad. Cualquier mínima distracción puede conllevar graves consecuencias para las suelas de sus zapatos.

Madrid es un reguero de excrementos de distintas razas caninas (y espero que sean solo caninas, porque al juzgar por el tamaño de algunas muestras...), colillas, chicles, y otros desperdicios poco higiénicos.

Ya se que está en marcha una campaña de publicidad, con avisos ingeniosos que nos animan a ser pulcros pero por ahora solo veo las causas de esos anuncios y no sus consecuencias.

Así que ya sabe: mire por donde pisa...

martes, 16 de febrero de 2016

Un poquito de normalidad

Hace un tiempo pude escuchar a Pedro Serrahima, director general de Pepephone, hablando de la idea de fondo de su compañía: gente normal que habla con gente normal. Me gustó.

¡Cómo se simplificarían las cosas! ¡Qué fácil sería entendernos!

Ni yo te tomo el pelo, ni tú me la intentas colar. No hace falta. Te explico mi punto de vista, y tú decides. Sin trampa ni cartón, ¿a que mola?

"Hola soy Juan, ¿quieres ser mi amigo?", que dirían los niños.

Nosotros los adultos hemos aprendido -a veces por disgustos- a desconfiar de los otros. A buscar segundas intenciones.

En fin, vamos a ver si entre todos nos lo proponemos y conseguimos un poquito de normalidad.

jueves, 11 de febrero de 2016

Ojos de eternidad

Hoy es el primer año que no puedo llamar a mi abuela para felicitarla. Falleció el año pasado. Hoy hubiera cumplido 88 años. Le encantaba que sus nietos la llamáramos por su cumpleaños, y eso que somos 20. En realidad le gustaba que la llamáramos casi a diario(sospecho que fue una de las mejores clientas de Telefónica). Alguna vez encontraba mensajes de voz en mi buzón que duraban una barbaridad, pero a ella solo se la oía de fondo hablando con la asistenta o con algún nieto que la hubiera ido a ver, y es que había vuelto a dejar el teléfono descolgado.

Recuerdo con cariño muchas de las horas que pasamos "hablando de nuestras cosas" como decía ella en tono confidencial si aparecía alguien y preguntaba de qué hablábamos. Y es que charlábamos de lo humano y lo divino, las últimas veces más de lo segundo.

Gozaba de un sentido del humor excelente. Quizás fue por eso que mantuvo tan bien la cabeza hasta prácticamente el final.

Era muy reconfortante ir a verla cuando tenías algún problema. Muchas veces no sabía darte una solución: los problemas técnicos en el trabajo no eran su especialidad. Pero después de escucharte con atención, pues se tomaba muy en serio todo lo que le contaras, solía decir: y eso qué es cara a la vida eterna. Y tenía razón, con el tiempo aquello que parecía tan grave no tenía mayor importancia.

domingo, 7 de febrero de 2016

Placeres de viejo

No suelo ver mucho la televisión. De ahí que en ocasiones me sienta excluido de las conversaciones con compañeros sobre programas y otros personajes conocidos del espectáculo. No me importa. Disfruto más con otras actividades.

Ahora bien, últimamente soy un adicto del telediario. Veo el de Antena 3, para más señas. Al igual que ocurre con los periódicos, equipos de fútbol, y desodorantes, uno es de uno y no hay más que hablar. Resulta que con los de Antena 3 me he encariñado. Es como si los conociese de toda la vida, y me alegra verles siempre que puedo. De hecho durante el tiempo que dura no atiendo llamadas, y si hay gente a mi alrededor hablando les pido (a veces de malos modos) que se callen porque no oigo bien.

Mi héroe es Álvaro Zancajo, algo así como CR7 para los del Madrid, reconozco que hasta he practicado su frase: comenzamos, delante del espejo. Conozco a Sandra Golpe, a Mónica Carrillo, a Brasero, se que cuando sucede algo en la UE saldrá Guillermo Pascual, en EEUU habla José Angel Abad, y así hasta enumerar a toda la alineación del equipo.

Me gusta cuando se atascan en alguna palabra y ellos sonríen con humor, cuando no se conecta bien la señal y el reportero no oye nada. Me divierto con cariño ante estos chascarrillos. Son mis amigos. También me hacen gracia los apartados de auto bombo de Atresmedia: que si les han dado un premio, que si han participado en una película, que si esto es una exclusiva de Antena 3, etc.

De manera que no intenten convencerme de que cambie de telediario, el que me sugieran puede ser igual...pero no es lo mismo.

Buenas noches.

viernes, 5 de febrero de 2016

Mi primera novela

Si algún día escribo una novela será de amor. Sí. Lo siento, pero es lo que hay. Y será del estilo de chico conoce a chica y se enamora. Claro que como en toda historia aparecen dificultades, pero eso es la vida: amar con sacrificio o sacrificar el amor. Olé como me ha quedado esa frase.

Me atrevería a decir que el 90% de las canciones hablan de amor. Y es que ha sido, es, y será el tema central de la vida humana. De manera que no esperen por mi parte al menos, que mi primer libro no sea una historia de amor. Del bueno. Del que nos mueve a ser mejores.

Estén atentos para no perderse su publicación...

El lejano oeste

Tal como quedamos, les relato mi visita al Thyssen el domingo pasado. Quedé con mi amigo Pedro que había sacado las entradas para una exposición sobre el Oeste americano. Reconozco que quizás pequé de imprudente por no haberme informado sobre el contenido de la exposición. De lo que no pequé fue de honradez, pues le pagué los 9 euros que valía la entrada sin chistar. Ya se sabe que una inversión en cultura siempre es rentable, y me parece muy bien pagar por visitar una catedral si con eso se consigue mantenerla adecuadamente.

No era este el caso. Una exposición pequeña, sin hilo conductor, con unos pocos cuadros, unas pocas plumas de indio, y unos pocos carteles de películas de vaquero. Llegué a la salida antes de lo que me esperaba. Me recibió una tienda de souvenires que facturaba a las mil maravillas. A que niño o no tan niño no le hace ilusión un sombrero de vaquero, un paraguas tipo rifle o una alfombrilla para el ratón con paisajes desérticos. Pero para eso había que pagar otra cantidad además de los 9 euros que ya te habías dejado por hacer los 50 metros lisos en tiempo récord. Y que las obras del comisario de la exposición estuvieran expuestas y ocuparan gran parte del material ya me pareció de traca.

Lo que más me gustó fue la espectacular cabeza de bisonte y esta era cedida del museo de ciencias naturales, de manera que la próxima vez iré allí a hartarme de ver animales disecados y que el precio de la entrada me resuelva la mañana del domingo y no un cuarto de hora.

Así pues les aconsejo visitar museos, monumentos y otros espacios dedicados al arte y la cultura pero no esta exposición. Tenemos poco tiempo y hay que acertar con los planes.

Disfruten del fin de semana.

martes, 2 de febrero de 2016

Refugees Welcome

Paseaba el domingo por Madrid, y camino del Thyssen (saldrá en el siguiente post) pasé por delante del Ayuntamiento de Madrid. De la fachada colgaba una pancarta con las palabras: Refugees Welcome. Me acordé entonces de la película "Bienvenido Míster Marshall" y me imaginé a Manuela Carmena dando un discurso desde la ventana: "Como alcaldesa vuestra que soy os debo una explicación". Seguro que llevan meses (por lo menos desde septiembre que se puso la pancarta) preparando un comité de bienvenida con fuentes de chorritos, niños con banderitas y otras monerías.

Pero la realidad es que el domingo pasado lo único que había por los alrededores eran turistas en su mayoría nórdicos que disfrutaban de una mañana inusualmente calurosa para el mes de enero. Y es que a España, desde que empezó la crisis migratoria, han llegado unos 16 refugiados y de Etiopía nada menos. Como uno espere algo de la burocracia europea, tendrá que asegurarse de ser lo suficientemente longevo para verlo hecho realidad. Más eficaz va a resultar la iniciativa personal de mi amigo Benigno para ayudar a los refugiados, sin pancartas ni publicidad de trompetas que anuncien su buena obra.

Carmena, quizás discretamente por la noche puedas ir recogiendo esa pancarta que parece de guasa, y no temas por la desorientación de las riadas de refugiados sirios que bajen la calle de Alcalá, porque seguro que para entonces algún ciudadano de a pie ya les habrá atendido.